Época recomendada: De noviembre a marzo.
Orientación en bajada: Norte.
Distancia recorrida: 5.250 m
Una clásica por una vertiente poco conocida
La Tête de Crévacol es un hermoso lomo nevado que domina la estación de esquí homónima. Discreto mirador, se convierte en un maravilloso punto de observación de la hermosa Cuenca Freida, con vistas panorámicas extremadamente sugerentes de las imponentes murallas del Grand Crêton.
El ascenso descrito es el que sube por la ladera norte iniciando ligeramente por encima de Saint-Rhémy. La subida no presenta especiales dificultades y, gracias a la exposición, debería garantizar unas buenas condiciones de nieve durante la mayor parte de la temporada.
El descenso tiene lugar por la misma vertiente sin pasos obligados.
Desde la cumbre se pueden apreciar las vistas panorámicas de los valles del sur, Serena, Citrin y Flassin y toda la corona de picos que rodean el no lejano Puerto del Gran San Bernardo.
Justo antes de Bosses, girar a la derecha tomando la carretera estatal 27 hacia el Puerto del Gran San Bernardo. Pasar la población de Saint-Rhémy y, después de 1.3 km, se llega al punto donde la carretera no es limpiada durante el periodo invernal: alcanzado este punto se puede estacionar en los espacios aledaños.
Tomar la carretera nevada, siguiéndola fielmente hasta el llano donde se cruza el arroyo Gran San Bernardo. Superado el río, por el puente de la carretera, girar a la derecha y tomar una pista forestal que, en suave pendiente, bordea los edificios de La Tuette (1778 m) y un poco más adelante pasa bajo el viaducto del túnel del Gran San Bernardo. Después de cruzar el viaducto, girar a la izquierda para comenzar la subida entre alerces dispersos. Cruzar de nuevo la carretera estatal por el collado para comenzar a subir la ladera sembrada de alerces dispersos con una serie de zetas por la pista que conduce a Praz Dzentor (1926m). Continuar cortando las curvas de la pista hasta llegar a una parte llana un poco fuera de la franja del bosque, a una altitud aproximada de 2050 m. Continuar el ascenso en modo libre con orientación sur-oeste, en dirección a la cumbre, visible a tramos gracias al refugio-vivac situado en la cima. A medida que aumenta la pendiente, orientarse a la derecha hasta llegar a la dorsal divisoria de aguas, desde aquí, en pocos minutos, remontarla hasta el refugio-vivac de la cumbre a una altitud de 2609 m. La cresta frecuentemente es batida por el viento, por lo tanto, puede que sea aconsejable hacer este último tramo descalzándose los esquís y continuando a pie.
Descenso:
El descenso se desarrolla por el mismo itinerario de subida sin pasos obligados. En los primeros tramos de descenso, la pendiente ofrece una placentera bajada sacando partido de las posibilidades que ofrece la vertiente orientada al Paso del Gran San Bernardo. Desde Praz Dzentor hasta el final es aconsejable seguir las huellas de subida.